La sexualidad en el Embarazo
Cuando nos referirnos a la sexualidad en el ser humano, abarcamos una área muy extensa del mismo ser, ya que por medio de la sexualidad es como se genera una forma de relación, comunicación y de encuentro entre las personas, lo cual es posible a través de sus elementos biológicos, psicológicos o afectivos y sociales, sin dejar a un lado las ideas religiosas y culturales. Si consideramos lo anterior, es indiscutible la importancia de la sexualidad en cualquier etapa de la vida de una mujer.
A pesar de la importancia de esta, los prejuicios sociales existentes aún en la actualidad, han hecho que la esfera de la sexualidad humana en la etapa del embarazo, sea poco conocida e investigada y que en muchas ocasiones el médico clínico obvie tratar el tema con sus pacientes; es por esto que en el afán de que te sientas libre y segura con tu salud bajo control, hemos decidido compartir contigo esta información que seguramente será de utilidad para ti y tu pareja.
Primeramente es importante señalar que habitualmente no es necesaria ninguna medida restrictiva en cuanto a las relaciones sexuales en gestantes con un embarazo normal; a pesar de ello, las modificaciones de la actividad sexual durante la gestación son mucho más frecuentes de lo que te puedes imaginar, ya que durante el embarazo, es muy común que la primera fase de la respuesta sexual normal -la fase de deseo- se vea afectada. Hago incapié en que a pesar de que como ya se comentó previamente, en los embarazos normales no es necesaria ninguna restricción, hay condiciones médicas obstétricas particulares de cada paciente, en las que se recomienda la abstención del coito, por lo que una valoración médica individualizada siempre es recomendable.
Varias investigaciones concluyen que durante la etapa del embarazo, la mayoría de las parejas sufren un deterioro sexual significativo, cursando con un índice importante de insatisfacción por parte de ambos. Si bien, los cambios del comportamiento sexual durante el embarazo suelen comenzar a las pocas semanas de la concepción, estos obedecerán a diversas variables individuales como la personalidad de la mujer embarazada, el impacto del embarazo en la salud de la gestante, situación sentimental actual, relación con la pareja, experiencias previas, entre otros.
Es común que en el primer trimestre, debido a la etapa de adaptación al embarazo que experimenta la pareja, existan ciertos miedos tocantes a este tema que pueden provocar una disminución del deseo sexual por parte de la mujer gestante, además de los ya conocidos malestares propios del embarazo como las náuseas, vómitos y cansancio. Durante este periodo muchas mujeres tendrán que realizar un esfuerzo importante para mantener un ritmo sexual cotidiano. Durante el segundo trimestre, si bien se mantienen los cambios observados en el trimestre anterior, muchas mujeres manifiestan que el deseo sexual aumenta. Existe un mayor bienestar ya que han disminuido o desaparecido las molestias físicas y la pareja se ha adaptado al embarazo, desapareciendo muchos de los temores iniciales; de hecho, es curioso que en reportes se afirme, que es justo en esta etapa cuando algunas mujeres experimentan por primera vez un orgasmo. A partir de este trimestre, será importante una comunicación eficaz entre la pareja pues muchas mujeres se preocupan por su atractivo físico y por los cambios corporales observados durante este trimestre, sin embargo una buena relación y comunicación de pareja, siempre será fundamental para que juntos trabajen y superen como pareja este tipo de miedos e inseguridades. Durante el tercer trimestre, es común que exista una disminución del deseo sexual e incluso ausencia del mismo; lo anterior muchas veces por cansancio físico e incluso por miedo a desencadenar un parto antes de tiempo.
Pero a todo esto… la mujer no es la única que tiene modificaciones en el comportamiento sexual durante el embarazo. En esta etapa, el hombre también puede presentar cambios de la conducta sexual (aunque en menor porcentaje de casos) pudiendo aparecer un deseo sexual inhibido, dificultad de la erección o eyaculación precoz, siendo la conducta más afectada la frecuencia coital disminuída.
Cada pareja es un mundo diferente. La sexualidad forma parte de los cambios que se generan en el embarazo y en definitiva es lo suficientemente importante para prestarle atención. Si bien el deseo sexual, la excitación y la capacidad orgásmica de la pareja puede sufrir cambios durante esta etapa, cada pareja lo vivirá de manera individual y distinta. Te sugerimos que platiques y soluciones todas tus dudas con el profesional de la salud que atiende tu embarazo y pidas información sobre las repercusiones que la gestación puede tener en tu esfera sexual.
¡Que levante la mano quién tenga alguna duda!
Recuerda que en d´femme, nuestro objetivo es que te sientas libre y segura con tu salud bajo control.
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